En general los tejedores de webs ya hace años que nos esforzamos en pulir el código y optimizarlo para el gusto de los motores de búsqueda –yahoo y google sobretodo– y así escalar posiciones de un modo «natural» o orgánico en el ranking.
Este proceso se llama Search Engine Optimization o SEO.
Para este propósito, buscamos en la excelencia de la codificación la implementación de keywords. Detrás cada página de internet hay infinidad de ampliaciones semánticas, ya sea con atributos como «meta», «alt» «title» etc, ya sea con los nuevos tags de schema ,HTML5 o con los encabezados H1 H2… que refuerzen las palabras clave.
Pero ahora es tanto o más importante posicionarse para búsquedas Long Tail que para búsquedas de palabras clave. Otros factores que sí importan son el propio contenido textual, rico y actualizado y la cantidad y calidad de los enlaces entrantes y salientes.
Muchas veces, y dependiendo del tipo de business, estas técnicas no bastan para alcanzar la relevancia deseada en la red. En este caso aparece en juego SEM, Search Engine Marketing, el experto en marqueting que se ocupa de promocionar el site web a través de la publicidad de pago. Lo más seguro es que tenga que ajustar o reescribir el contenido de algunas páginas para lograr alcanzar el resultado esperado según la inversión. Será el Sem el que dirija la campaña en Google Adwords.
Obviamente ambas tareas muchas veces se confunden y se mezclan. Lo que es importante clarificar es que si la web no responde a las expectativas de nuestros clientes o lectores potenciales, (el desgraciado termino nicho de mercado)si no invita a la acción y no da respuesta a sus peticiones, de nada sirve empezar a publicitar en la red. Antes habría que hacer un rodaje, ver el análisis de tráfico, analizar pros y contras, cambiar y adaptar contenidos. Recuerda que una web está viva y en contínua mutación y el proceso de mejora es contínuo.